sábado, 17 de octubre de 2009

Sábado, 17 de octubre de 2009

HISTORIA ECONOMICA DE LA EDAD MODERNA

I. INTRODUCCION. El contenido de la asignatura queda definido como “Introducción a la evolución económica de Europa en los siglos XVI, XVII y XVIII”. El objeto del presente curso se centraría, pues, en el estudio histórico de los aspectos que caracterizarían el desarrollo de la economía, en el conjunto diverso de territorios y entidades políticas y sociales europeos, en un “amplio”marco temporal de tres centurias. Partiremos de una sociedad y una economía, básicamente de carácter feudal y agrario, aún circunscritas al estricto marco físico europeo, que, recién superada una grave crisis, se encuentra en una fase secular de crecimiento, en la que ya están manifestándose, con mayor o menor energía, los elementos políticos, económicos, sociales, religiosos y culturales que, o van a estructurar éste período, o van ser el germen de las nuevas realidades características de las etapas históricas posteriores. Todo ello en el escenario de una espectacular ampliación de su ámbito geográfico, lo que nos llevará a hablar por primera vez de una verdadera “Historia Universal”.

Tendremos que hacer frente a factores de complejidad y diversidad a todos los niveles posibles de análisis: 1.Modo de producción feudal, fundamentalmente agrícola , en el que ya se manifiestan elementos de una economía capitalista, incipientes en principio, pero que irán alcanzando una imparable dinámica de desarrollo.2.Concentración e incremento del poder político-militar-económico de las monarquías y del Estado en general. Relaciones estrechas entre desarrollo económico y desarrollo institucional 3.Formación de una economía de dimensiones ecuménicas, de un escenario en el que tienden a optimizarse, en principio, los costes de transacción, preparándose la siguiente etapa de optimización de los costes de producción.4.Evolución de la ideología y de las mentalidades, para, partiendo de concepciones medievales poco favorables, ir desarrollando un marco justificativo y legitimador de las nuevas realidades.

II. CONCEPTO DE HISTORIA ECONOMICA. Estamos ante una disciplina de ya larga tradición, al menos desde Adan Smith(1776),con raíces profundas. Combina dos formas de aproximarse a su objeto de estudio: como economistas y como historiadores. Hace uso amplio de técnicas cuantificadoras como instrumento de preparación. Muy delicadas de utilizar, solo cuando son oportunas y congruentes con el objetivo de cada investigación concreta; en todo caso ubicándolas en un marco conceptual o teórico.

El imprescindible historiador austro-americano J.A.Schumpeter caracterizaría a la Historia Económica de la siguiente forma: 1.Carácter relativo; orientada a la elaboración no de leyes universales sino de modelos explicativos.2.Ciencia heterónoma; es dependiente, necesita del concurso de otras disciplinas.3.Fuente equilibrada de conocimiento; combinación balanceada entre un enfoque de globalidad y la atención al caso particular.4.Consideración de la multiplicidad de motivaciones del ser humano; los hombres no se mueven exclusivamente por criterios de estricta racionalidad económica.

III HISTORIOGRAFÍA DE LA HISTORIA ECONOMICA. La Historia Económica no obtiene hasta el siglo XX un estatus científico avanzado, aunque ya en el último tramo del XIX dos líneas de desarrollo se manifiesten claramente: el Marxismo y la Escuela Histórica Alemana.

La construcción elaborada por K.Marx y F.Engels (Materialismo Histórico) para explicar la evolución histórica, asigna el papel protagonista a los fenómenos económicos; al desarrollo dialéctico de fuerzas productivas y relaciones sociales de producción, y a la lucha de clases como motor del cambio histórico. Un enfoque globalizador y de largo alcance que va a tener una enorme influencia en el desarrollo del pensamiento histórico.

La Escuela Histórica Alemana se enmarca en el movimiento legitimador del nacionalismo alemán materializado en el Estado bismarckiano. En torno a 1870, a partir de los escritos de su fundador W.Roscher, va a poner el foco de atención en la Edad Moderna y en la justificación del intervencionismo económico como referente del nuevo Estado alemán, frente a las formas librecambistas dominantes en el mundo anglosajón.

A partir del primer tercio del siglo XX se va a iniciar un período en el que la Historia Económica y Social va a ocupar un papel relevante en el mundo historiográfico, en momentos concretos claramente dominante. Tres escuelas van a protagonizar ésta situación: Escuela de los “Annales”, Marxismo británico y Cliometría.

La Escuela de Annales , desarrollada por una larga tradición historiográfica francesa, en la que se manifiestan hasta tres evoluciones o “generaciones”, arranca del contenido publicado en los Annales de l’histoire economique et sociale por L.Febvre y M.Bloch. La segunda generación de ésta Escuela se personaliza en la obra de F.Braudel, de gran relevancia para el desarrollo de la disciplina, con su división en tres niveles del tiempo histórico y el protagonismo de los factores geográficos, económicos y sociales en la comprensión de los fenómenos históricos. La tercera generación de Annales, cuyo representante más característico es P.Chaunu, supone una reacción frente a los enfoques globalizadores , concentrados en el ciclo largo y en los marcos geográficos cuasi-planetarios, y al papel otorgado al sujeto histórico por sus predecesores de escuela. En oposición a los planteamientos clásicos de la Escuela de Annales se produce una verdadera explosión de tendencias historiográficas (Historia en migajas) que van a dar mayor protagonismo a dimensiones concretas de la realidad histórica. Surgen, entre otras, la Historia de las Mentalidades, la Historia de la Cultura, la Microhistoria, etc; y, en términos generales, la Historia Económica dejará de tener el peso que tuvo con Braudel.

A partir de 1945 se produce una profunda renovación en la manera de hacer Historia, protagonizada por la escuela conocida como Marxismo Británico, que arranca de los escritos de M.Dobb y P.Sweezy en la revista Past & Present, y en cuya nómina hay que incluir, a E.Hobsbawn, E.P.Thomson, C.Hill y R.Hilton. La Historia Económica va a ocupar la base misma de la explicación histórica, y el énfasis de la discusión académica se pondrá en la transición del feudalismo al capitalismo. Cuestión clave a discutir será el carácter, exógeno o endógeno al propio sistema feudal, de las fuerzas que llevan al modo de producción capitalista. Otro punto de reflexión estará en torno a la crisis del siglo XVII como punto de inflexión hacia el nuevo modo de producción. A pesar de su pérdida de vigor, ésta escuela ha mantenido reflexiones interesantes entre las que destacar el conocido como “debate Brenner” y las aportaciones de R.Lachmann. En el “Debate Brenner”( The Brenner Debate. Agrarian class structure and economic development in pre-industrial Europe), en el que participaron varios de los representantes de ésta escuela, se discute sobre un nuevo enfoque explicativo de la transición feudalismo-capitalismo: Son las relaciones sociales, más que el desarrollo económico, el verdadero motor de la Historia. Por otro lado, a finales de los noventa del siglo pasado, Lachmann (Capitalists in Spite of Themselves. Elite Conflict and Economic Transitions in Early Modern Europe) plantea que el origen subjetivo de las fuerzas del cambio se localiza en la dialéctica dentro de las propias clases dominantes, más que en la dialéctica entre la clase de los propietarios de los medios de producción y la clase que aporta la fuerza de trabajo.

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