jueves, 12 de noviembre de 2009

Extractos de artículos del profesor Alonso García sobre Hacienda de Castilla en los inicios del siglo XVI

El sistema Fiscal castellano (1503-1536)

Extracto personal del artículo del profesor Alonso García: El sistema Fiscal castellano (1503-1536). Elementos de análisis, palabras de discusión.

- Desde la llegada de Carlos I a la Península Ibérica se evidencia el pacto que va a unir el monarca con las ciudades castellanas: sometimiento al rey, cambio del mantenimiento de sus privilegios. Se retoma el estado de cosas existente con los Trastámara, y la fiscalidad seguirá siendo elemento central del entendimiento.

- Entre los miembros de los regimientos que aparecen renovando el pacto, se identifica a personajes que funcionan como relevantes financieros de la Monarquía. Importantes arrendatarios de rentas reales, que al mismo tiempo participan en el negocio mercantil castellano, ocupan posiciones de relevancia en el entramado de la acción política y el control social, en la red de ciudades castellanas.

- De fines del siglo XV hasta 1536 (primer encabezamiento general) se prefigura una “constitución fiscal” en Castilla, extensión de la constitución política del reino.

- Comprensión de la práctica hacendística del Antiguo Régimen, matizando el sentido estatal y meramente económico que se le ha otorgado, sin entrar en una pormenorizada revisión de la evolución de ingresos y gastos, de los avatares de la deuda o del Gobierno de la hacienda. Acercándose al sistema fiscal en sus momentos de génesis, los que decidirán y determinan buena parte de su desarrollo posterior.

- En el Antiguo Régimen la hacienda tenía, entre otras, dos características propias: sostenimiento del patrimonio del Rey (y del Rey mismo) y beneficio económico para los que participan en el allegamiento de rentas al monarca.

Gracias a ello los vasallos financian los gastos del rey/corona, pero también el rey podía utilizar la redistribución de las rentas obtenidas para reafirmar su propio poder. Era implícito al sistema el beneficio de diversos y distintos individuos o grupos, la participación de las oligarquías en el gasto, en base a un rol de servicios al monarca.

- Este “reparto social del poder político” no se operó sólo a partir del gasto. Llama la atención la presencia de un auténtico negocio económico y político en torno a la fiscalidad, a los mecanismos de recolección de las rentas.

Descubrimos que grupos financieros prestan servicio al rey anticipándole fondos, servicio recompensado por el rey con ciertas prerrogativas, entre ellas la de participar ventajosamente en el proceso recaudatorio de los ingresos del monarca. Se trataría de una forma específica de la relación patrón-vasallo, que configuraría un circuito de retroalimentación financiera en cuya base estaría el beneficio recíproco.

- Estamos ante planteamientos que la historiografía fiscal no ha mostrado. Al tomar de forma aséptica las recopilaciones hacendísticas del Antiguo Régimen, se ha limitado a considerar en exclusiva las dimensiones jurídica y político-institucional.

- La idea de tributo como ingreso coactivo derivado de la soberanía del poder político no explica la realidad total de la fiscalidad de la época examinada.

No toda contribución era un impuesto. Servicios de Cortes y rentas eclesiásticas era consecuencia del pacto político con el reino y de negociación con el Pontífice, del consenso y no de la imposición.

Pero también las rentas ordinarias, legitimadas en la voluntad de la Monarquía, vana pivotar en torno a la idea de merced.

Completan el arco: insuficiente diferenciación de los ámbitos público/privado y necesidad del poder real de apoyarse en poderes/agentes intermedios, por ausencia de un aparato administrativo propio.

- Las consecuencias de todo ello se manifiestan en:

  • Desarrollo de una actividad de negocio “privado” en torno a las rentas fiscales.

  • Uso extensivo por el monarca de la concesión de la participación en este negocio, para compensar a particulares por sus servicios financieros y para anudar relaciones con las élites del reino.

  • Patrimonialización de los oficios de la hacienda y de los cargos recaudatorios.

  • Funcionamiento de los instrumentos del sistema fiscal bajo parámetros de mercado financiero.

  • Crecimiento de las relaciones de patronazgo en torno al despliegue por el territorio de los instrumentos recaudatorios, en un entramado económico y político, claramente visible en torno al gobierno de las ciudades.

  • Incapacidad de la monarquía para asegurar el cumplimiento de sus compromisos financieros por los agentes fiscales privados, en la línea con la casi total dependencia del rey respecto del papel jugado por aquellos.

  • Desarrollo de una “clase” de financieros, a su vez mercaderes y banqueros, que a cambio de anticipos al monarca van a participar, con enfoque de beneficio privado, en las ganancias directas derivadas de los instrumentos del sistema fiscal ordinario y a disfrutar de otras fuentes de ganancias en su actividad mercantil, obtenidas como pago por su participación en el sistema fiscal.

Vinculación entre negocio financiero y recaudación fiscal y derivaciones hacia el negocio mercantil.

Conclusión

- Los sistemas fiscales de los siglos XV al XVII deben ser estudiados en su contexto y no bajo esquemas y criterios propios de los sistemas fiscales actuales.

- Elementos a no sobrevalorar son la presencia del rey en el esquema recaudatorio y el nivel de desarrollo de su aparato administrativo.

- Impuesto y merced son elementos presentes que caracterizan la totalidad de la hacienda regia.

- El rey no tiene entre sus preocupaciones una política redistributiva a través del gasto. Es en la base de las limitaciones del propio poder monárquico donde se ubica la participación de las “élites” en los procesos transferencia de renta desde los sectores no privilegiados fiscalmente.

- La fiscalidad debía capitalizar a aquellos que se mostraran como fieles vasallos de su majestad, bien como beneficiarios directos de rentas concretas asignadas, bien como partícipes indirectos en los mecanismos recaudatorios.

- El ejercicio por estos grupos privilegiados de una prepotencia política creciente en el ámbito de las ciudades, apoyado por el rey, completaba el entramado del poder en sus niveles político, social y económico.

- El concepto de deuda debe de ser entendido, en la época de generación del sistema Fiscal del “Antiguo Régimen”, desde una perspectiva propia.

La deuda forma parte intrínseca del sistema. No es una solución a “desequilibrios presupuestarios”, ni el exponente de una constante e irremediable crisis financiera de la Monarquía.

La deuda es un componente de la relación antidoral mediante la que se adelantaba el Rey un dinero que sería recuperado sumado a un interés. Una relación en la que siempre había deuda.

Los tributos se comportarían como garantía crediticia de un dinero adelantado (o prometido) vía arrendamiento encabezamiento.

Desde esta perspectiva el meollo de las crisis financieras de la Monarquía no hay que buscarlo en este “endeudamiento”, fundamental al sistema, sino a la situación de imposibilidad de atender sus obligaciones crediticias.

- En el Antiguo Régimen el crédito guiaba la financiación del monarca y el sistema fiscal se desarrolló bajo esta premisa. La hacienda creaba crédito; formaba parte de un mercado de créditos fundamental para el funcionamiento de la Casa Real y las casas de la Alta nobleza para el funcionamiento de las ciudades y de la actividad comercial y manifacturera.

- La debilidad coyuntural de la monarquía castellana entre la muerte de Isabel I y la salida de la crisis de 1520, con la ausencia de un rey reconocido y respetado unánimemente fortaleció los mecanismos de don/contradon, de forma que distintos grupos sociales obtuvieron ventajas. Pero, al mismo tiempo, esta coyuntura, volvió a mostrar a las élites, que ran más beneficiosas unas formas e instrumentos de gobierno normalizados que los riesgos del vacío de poder, de una proliferación descontrolada de las vías de acceso a las mercedes reales a través del conflicto permanente y generalizado.

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Fiscalidad y Poder Financiero

Extracto personal del artículo del profesor Alonso García: Poder y Finanzas en Castilla en el tránsito a la Modernidad (Un apunte historiográfico)

Objetivo: Comprender la evolución de la historiografía fiscal:

- Punto de partida:

  • Obras que acometen la tarea de recopilar la gran cantidad de normativas fiscales. Información teórica y legislativa que permite conocer la ordenación formal de la Real Hacienda, las distintas figuras e instituciones fiscales del Antiguo Régimen.
  • Obras muy formales, teóricas, en la definición de los distintos elementos del sistema fiscal.
  • Asentamiento del análisis de la Hacienda Real como factor fundamental en la comprensión del desarrollo político y económico de fines del siglo XV y del XVI.
  • Unificación cronológica entre los reinados de los Reyes Católicos y de Carlos V desde el punto de vista hacendístico.

- La Moderna historiografía fiscal:

  • Parte de la tradición anterior que ha dejado varias ideas básicas:

- Importancia de la descripción formal del sistema fiscal.

- El espacio fiscal como ámbito dominado por un único y sólo poder: el del Rey.

- La fiscalidad es un instrumento fundamental de gobierno del monarca.

  • Arranca de un enfoque presentista, considerando la realidad fiscal desde parámetros y perspectivas vigentes a principios del siglo XX.
  • Elementos a destacar de la historiografía de la primera mitad del siglo XX:

- Interés por obtener un panorama general de los cargos de la hacienda de Castilla y del total detallado de los ingresos.

- Descripción de las instituciones hacendísticas y de la evolución de la organización institucional de la Real Hacienda. Primeros referentes de la historia social de las instituciones fiscales.

- Preocupación por desvelar el peso de un pretendido déficit fiscal y sus avatares, en relación con la política exterior y militar de los monarcas.

- Consideración de la deuda como recurso ante una política financiera errónea, materializada en un peso exagerado del gasto, en un permanente y creciente desequilibrio en relación con el ingreso.

§ La segunda mitad del siglo XX es pródiga en nuevas perspectivas, en nuevas áreas de investigación, que en sus primeros momentos aportan material fundamental para el desarrollo del estudio de la Hacienda:

- Modelo típico: sistematización de ingresos y gastos, junto con el análisis de la política fiscal de cada reinado. Interés por el estudio de la administración, los mecanismos de recaudación y el peso de la deuda.

- Sobre la solidez de este fundamento y en conexión con la renovación de la historia económica, se va a producir en el último tercio del siglo XX, un importante replanteamiento de los estudios en torno a la fiscalidad.

§ Elementos a destacar en las líneas historiográficas más recientes:

- Revisión del papel de las instituciones y élites de poder en torno a la fiscalidad.

- Revalorización del concepto de “negociación” en las relaciones entre gobernantes y gobernados.

- Confusión de los límites entre casas reales y oficios “públicos”. Relaciones entre el personal de estas casas, con la administración del reino y con los grupos financieros.

- Preocupación por completar el conocimiento formal de los organismos fiscales con una mejor comprensión de la vertiente socio-económica de los agentes que se hacían cargo de su gestión.

- Mejorar el conocimiento de las redes sociales urdidas en torno a la hacienda real; de cómo se integraban las actividades económicas particulares con la gestión de los oficios públicos fiscales.

- Profundizar en el conocimiento de los distintos centros de poder y su intervención en el sistema fiscal.

- Avances en los estudios sobre instituciones no monárquicas:

o Revalorización del papel de las Cortes de Castilla.

o Consideración de la fiscalidad como campo de estudio de la relación rey-reino, matizando la visión de un sistema político monopolizado por un único poder.

o Comprensión del carácter y las estrategias de las relaciones entre ciudades y monarcas en torno a la concesión de servicios y la negociación de encabezamientos.

- En el concreto mundo de las relaciones entre rey y ciudades, penetrar en el tema de la administración territorial. Calibrar la importancia de las oligarquías urbanas en el control de la fiscalidad; en su relación con la Real Hacienda y con otros grupos sociales.

- Matizar la interpretación tradicional de los encabezamientos como “punto de encuentro” entre los intereses respectivos del rey y las ciudades, como un resultado complejo en el que ambas partes encontraban acomodo y beneficios, económicos y de poder.

Tenue penetración en el conocimiento de la imbricación/interpenetración de la hacienda ordinaria y las haciendas municipales, en comparación con la visión obtenida de la evolución económica de la hacienda ordinaria en el siglo XVI.

- En el campo de la fiscalidad extraordinaria, se va conociendo el alto grado de implicación concejil, y los manejos a que esto daba lugar, en la administración de los pedidos.

Las contribuciones eclesiásticas, aparecen también a la luz del esquema extendido de verdaderas redes de financieros, mecanismo indispensable para la puesta en cobro de las rentas cedidas a la Corona por el Papado.

La enajenación por precio de alcabalas y tercias a particulares, completan el marco disponible sobre ingresos extraordinarios.

- El campo de la evolución tributaria y la presión fiscal avanzan en paralelo al conocimiento detallado de las distintas formas de manifestarse las desigualdades contributivas.

- Las consecuencias sociales de la fiscalidad. El análisis de los mecanismos por los que la monarquía, lleva a cabo redistribuciones de renta, favoreciendo intencionadamente a grupos determinados; en definitiva de los diferentes mecanismos por los que las oligarquías penetraban en las entrañas del sistema financiero real.

- La revisión de la idea tradicional de deuda, no como resultante de un pretendido equilibrio entre ingreso y gasto, sino en la línea de su consideración como componente intrínseco del sistema, como elemento de integración de las oligarquías en el entramado característico de relaciones entre los grupos de poder.

- La traducción de todo ello en un mundo de banqueros, arrendadores, mercaderes en torno al sistema fiscal de apropiación de renta. La Hacienda Real obligada constantemente a negociar el suministro de crédito por diferentes y variopintos grupos de financieros como elemento básico y permanente y no sólo como mecanismo puntual y extraordinario en situaciones de suspensión de pagos.

Ello conlleva la necesidad de profundizar en las redes sociales en torno a la actividad bancaria y mercantil en sus interacciones con la Hacienda Real y sus implicaciones a nivel político.

- Completar el análisis de la banca o mercaderes castellanos en su participación en el arrendamiento de rentas. Poner en relación este sistema tan extendido de recaudación con las implicaciones sociales, económicas y políticas de sus protagonistas.

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